Foto de George Becker
Lo esencial sería que en la competencia del mercado, existieran muchas empresas que gracias a la oferta y la demanda regularan el libre mercado. Lo opuesto a esto, el monopolio y el oligopolio.
En el mercado, existen diversas competencias, la que se esperaría que sucediera a menudo,“la competencia perfecta” y la que no, “la competencia imperfecta”. La importancia radica en que dicha competencia es completamente necesaria para regular al mercado, es imprescindible para conseguir una situación de libre mercado y que no intervenga el gobierno.
El libre mercado, nos asegura que el precio no esté acordado por unos pocos, si no que, los vendedores y consumidores lo regulen y a esto lo conocemos como oferta y demanda. Sin embargo, en la vida real, los mercados perfectamente competitivos son poco frecuentes, porque por lo general no cumplen las características necesarias que exige la competencia perfecta.
Ahora bien, cuando hablamos de la competencia perfecta, nos referimos a que las empresas se enfrentan a demandas individuales, mientras que la competencia imperfecta es una falla del mercado porque aquí interviene un solo agente o muy pocos.
¿Pero entonces cuál es la competencia imperfecta?
El Monopolio.
Éste es el caso extremo de una competencia imperfecta porque solo hay un único oferente en la industria. Las razones pueden llegar a ser muy simples, como lo es que se establezca de manera natural. Esto sería cuando las economías son de tal magnitud que una única empresa puede satisfacer toda la demanda de manera más eficiente que si existiera competencia.
Por otro lado, una empresa puede considerarse monopolista porque tiene el dominio de las fuentes más importantes de la materia prima indispensables para la producción de un determinado bien o también se puede generar una situación monopolística de carácter temporal al tener la concesión de una patente.
El Oligopolio.
Por otro lado, es una estructura de mercado en la que participan pocas empresas y el bien o servicio que ofrecen puede ser el mismo o diferenciado entre marcas. El caso extremo de un oligopolio es cuando existen solo dos productores y se le denomina duopolio.
Cuando es el caso, además de que en el mercado hay un número reducido de empresas, éstas toman conciencia de su interdependencia y los planes de cada empresa dependen de la conducta de sus rivales, esto se termina llamando teoría de juegos.
¿Qué se necesita para una repartición más justa de la riqueza?
Los monopolios y los oligopolios no son la respuesta, más bien necesitamos su combate porque necesitamos de la competencia, además de evitar la corrupción relacionada con los mercados e incrementar la eficacia, el trabajo y el esfuerzo.
Para ello, es imprescindible que nos encontremos con lo que recibe el nombre de Mercado de Competencia Perfecta. Empresas encargadas de regular el precio junto a los consumidores, pues compiten entre ellas dentro del mercado ofreciendo cada una cualidades que puedan diferenciarlas. Algunas optarán por un precio competitivo, otras optarán por más calidad en sus productos. Esta diferenciación hace que la competencia entre las empresas sea leal, dejando así la elección final al consumidor.
Recordemos, si existe competencia de mercado, el precio de la oferta se regulará, pues el consumidor tendrá muchísimo más entre lo que poder elegir.
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