¿Has escuchado hablar del Índice Herfindahl Hirschman? ¿Sabías que se puede utilizar para detectar corrupción? Aquí te lo explicamos
El 16 de agosto, el Instituto Mexicano para la Competitividad Económica (IMCO) presentó su Índice de Riesgos de Corrupción (IRC), el cuál toma en cuenta la hipótesis de Robert Klitgaard, estadounidense experto en corrupción, que explica que el riesgo de que exista corrupción está relacionado con tres variables:
Corrupción= Monopolio+Discrecionalidad-Rendición de cuentas
Traducido a términos más fáciles, esto quedaría así: una empresa tiene el riesgo de ser corrupta cuando no hay competencia, no hay transparencia y existen anomalías.
Corrupción= Falta de competencia+Falta de transparencia+Anomalías
El índice Herfindahl Hirschman (IHH) ayuda a calcular la primera parte de la ecuación: los monopolios
De manera técnica, este índice se centra en la medición de los niveles de concentración existentes en los mercados, es decir, el número de empresas que operan en los mismos y la capacidad de poder o de control en ellos.
El IMCO utiliza dentro de sus indicadores el IHH para analizar qué tanta competencia existe en cada una de las secretarías al momento de elegir proveedores. Te presentamos 10 entes públicos presentados por el Instituto con su índice correspondiente.
OK pero ¿qué significa el IHH?
Cada uno de los resultados se tiene que estudiar según sea el caso, pero de manera general, mientras más cerca esté del cero el resultado del IHH, más cerca está a la competencia perfecta. De lo contrario, entre más se acerque al 10,000, estamos frente a un posible caso de monopolio.
El proceso de compras públicas, se presta indirectamente a la corrupción según el IMCO, las oportunidades de corrupción en las compras públicas abundan, dando oportunidad a los funcionarios encargados de favorecer a ciertos proveedores a cambio de una dádiva. Esto por que dentro de cada transacción se realizan interacciones entre funcionarios públicos con la responsabilidad de decidir a quién contratar y proveedores interesados en obtener ganancias. En cada compra confluyen diversos intereses que frecuentemente opacan el interés público.
Según los resultados obtenidos del IHH, entes públicos como el INSABI, la Secretaría de Salud, Conagua y el IMSS cuentan con un mercado competitivo en cuanto a compras públicas. Es decir, hay competencia entre proveedores.
Lo contrario sucede con la Fiscalía General de la República y el Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado que son los más alejados del cero.
Naturalmente, un análisis de riesgo de corrupción basado únicamente en el IHH estaría incompleto. Por ejemplo, en el caso del INSABI, aunque no tienda al monopolio, el 24% de sus compras no cuentan con un hipervínculo a Compranet, que entra en la segunda parte de la ecuación de arriba, falta de transparencia. De la misma manera, siguiendo el análisis del IMCO, el 66% de las instituciones de salud empeoraron en su análisis de riesgo de corrupción. Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aun con IHH elevado, todas las ventas que se realizaron fueron por licitación pública y todos los procesos contaban con el 100% de la información.
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