EL DINOSAURIO MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO, HASTA HOY.
- Guillermo Flores
- 13 mar 2020
- 2 Min. de lectura
El espécimen, llamado Oculudentavis khaungraae, fue encontrado en Birmania y podría ser el dinosaurio más pequeño del mundo hasta hoy hallado.
El cráneo de un pequeño pájaro se encontró extraordinariamente bien preservado en ámbar por apróximadamente 99 millones de años, fechado durante la era Mesozoica (entre 251 millones de años y 65 millones de años).

La revista Nature señaló que su tamaño era similar al del colobrí abeja y que su craneo tan sólo alcanzaba los 7 milímetros; convirtiéndolo en el dinosaurio más pequeño de la tierra, hasta ahora.
De perfil, el cráneo está dominado por una gran cavidad ocular, lo que sugiere que en ese lugar había un ojo mirando de lado, parecido al del lagarto. Con la ayuda de un escáner, los investigadores revelaron una mandíbula de un centenar de dientes puntiagudos en el pico.
“Como todos los animales atrapados en ámbar, está muy bien preservado. Da la impresión de que murió ayer, con todos sus tejidos blandos conservados en esta pequeña ventana sobre los antiguos tiempos” Jingmai O’Connor, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y de Paleontropología de Pekín.
El vertebrado coexistió con los dinosaurios de largo cuello y los grandes reptiles voladores como los pterosaurios, en un periodo de abundante fauna.
“No se parece a ninguna especie viva actualmente, por lo que debemos ser imaginativos para comprender lo que significa su morfología. Sin embargo, su cráneo ahusado, sus múltiples dientes y sus ojos grandes sugieren que pese a su tamaño era probablemente un depredador que se alimentaba de insectos” Jingmai O’Connor, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y de Paleontropología de Pekín.
Descubrieron, además, que la forma y el tamaño de los huesos del ojo sugerían un estilo de vida diurno. El cráneo también muestra un patrón único de fusión entre diferentes elementos óseos, así como la presencia de dientes.
“Cuando pensamos en dinosaurios, imaginamos esqueletos inmensos, pero en la actualidad la paleontología se está transformando gracias al hallazgo de fósiles conservados de esta manera» Jingmai O’Connor, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y de Paleontropología de Pekín.
“Espero que en la próxima década podamos desarrollar técnicas que permitan acceder a la bioquímica de los tejidos blandos. Es seguro que hay fragmentos de ADN preservados en el interior…”. Jingmai O’Connor, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y de Paleontropología de Pekín.
Al estar conservado en ámbar, se deduce que fue parte de una microfauna. Sin el ámbar, no se podría tener el conocimiento de la existencia de estos minúsculos organismos.
INFORMACIÓN: – La Jornada –
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