El gobierno japonés quiere que sus ciudadanos no se tengan que someter a esa prueba ya que genera angustia psicológica
El pasado mes de Enero, China comenzó a realizar pruebas anales para detectar de manera más certera los contagios de COVID-19. Las ciudades chinas de Pekín y Qingdao incluyeron a finales de enero pruebas anales de COVID-19 entre los requisitos para las personas procedentes del extranjero. Este tipo de test fue empleado Shanghái a principios de 2020 como uno de los estándares para autorizar las altas a pacientes de coronavirus hospitalizados.
El gobierno de Japón, a través de la embajada japonesa en Pekín, solicitó a China que deje de obligar a laos ciudadanos japoneses que llegan al país a someterse a pruebas anales de coronavirus.
«Algunos japoneses informaron a nuestra embajada en China que se sometieron a pruebas de frotis anal, lo que les causó un gran dolor psicológico» Katsunobu Kato
El jefe del Gabinete nipón y ministro portavoz, Katsunobu Kato, comentó que hasta el momento no ha recibido respuesta de las autoridades chinas y añadió que este tipo de test para detectar el coronavirus «no ha sido utilizado en ningún otro lugar del mundo«.
Las pruebas implican insertar un hisopo de algodón de 3-5 cm (1,2-2,0 pulgadas) en el ano y rotarlo suavemente.
Con información de: El País
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