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Foto del escritorGuillermo Flores

LOS POLÍTICOS QUE NOS MERECEMOS

En días anteriores en este mismo espacio editorial daba cuenta del “valemadrismo” que sienten los políticos por la sociedad y la sociedad por los políticos. Tan burda acepción es la que da sentido a aquella otra denotada frase que dice “cada pueblo tiene el Gobierno que se merece”. La antipatía por todo lo que huela, sepa o parezca política, con el paso del tiempo ha crecido en México y en Coahuila. La sociedad ya no confía en los políticos; cada día son menos las personas que consideran digno trabajar dentro del servicio público. El desempeñarse dentro de la política para muchos es sinónimos de corrupción, ignorancia y falta de ética.

Los datos no dejan lugar a duda, LA SOCIEDAD NO CREE EN LA POLÍTICA. Sueño utópico es que exista una elección donde vota más de 60 por ciento de la población que tiene el derecho y la obligación de hacerlo. Los órganos electorales del país y del Estado, Instituto Federal Electoral e Instituto Estatal de Participación Ciudadana de Coahuila, dan sus metas cumplidas cuando en una elección se logra que voten por lo menos 5 de cada 10 ciudadanos.

Esto es preocupante y aberrante. Cuantas veces en la reunión de los martes, miércoles o el día que más se les antoje no se han preguntado ¿cómo es posible que nombren secretario a ese ladrón?, ¿de nuevo va a ser diputado este cab…?, ¿ya se dieron cuenta de toda la lana que hizo el ex secretario?, ¿por qué en el gobierno “tal” contrata sólo a los amigos y conocidos del Gobernador? Estas son sólo algunas de las muchas preguntas que con regularidad nos hacemos en las reuniones, comidas, cenas, juntas, reunioncitas del café, en el casino y en una que otra buena fiesta.

Para mí las respuestas son sencillas, ¿por qué tenemos políticos corruptos? POR QUE LA SOCIEDAD LO PERMITE. ¿Por qué el ex secretario ejecutivo del SATEC se enriqueció a costa de los coahuilenses? PORQUE LA SOCIEDAD LO PERMITIÓ. ¿Por qué el Alcalde de Saltillo, Jericó Abramo Masso, no puede consolidar la modernización del trasporte de la capital Coahuilense? PORQUE la sociedad esta atenida a que le resuelvan sus problemas y no se unen en torno a su alcalde para apoyarlo. ¿Por qué siempre son los mismos los que se lanzan por lo puestos de elección popular? PORQUE LA SOCIEDAD ES LO QUE QUIERE.

Los mexicanos y los coahuilenses somos como diría doña Socorra, una muy buena amiga, “re chismosos, re escandalosos, pero re miedosos a la hora de los guamazos”.

En el asunto de la mejora al sistema de transporte de Saltillo. Jericó ha presentado un proyecto sustentable, viable y conveniente tanto para los usuarios como para los concesionarios, pero según esto los concesionarios no han aceptado dicho proyecto porque no les autorizan el aumento de la cuota a la de ya, a lo que el alcalde les contesta, “primero mejoren luego aumentamos, ya los saltillenses les hemos dado muchos aumentos y de la mejora nada”. No encuentro una respuesta más coherente que la que ha dado el Alcalde.

Dado que el proyecto de la modernización del transporte se ha atorado, el Alcalde ha amenazado a los concesionarios con no renovarles su licencia si no aceptan las condiciones de mejora (Otra coherencia). Mi pregunta para todos es: ¿Qué creen que van hacer los concesionarios cuando no les renueven sus concesiones y tengan que parar sus camiones? Yo creo que efectivamente los van a parar, pero en los principales bulevares de Saltillo, estropearán el tráfico, ya quiero ver a esas 584 unidades que tendrán que parar si no firma sobre la Plaza de Armas de la capital coahuilense o cerrando las avenidas Carranza y Coss de Saltillo.

Cuando alguna ley, reglamentación o nueva norma afecta o daña los intereses de algunos imperiosos sindicatos, monopolios trasportistas o funcionarios públicos corruptos, éstos se unen inmediatamente, se manifiestan, pelean, luchan y logran sus objetivos. Pero por el otro lado del campo, ¿qué hace la sociedad cuando un funcionario público roba?, ¿cuándo se demuestran corrupciones en el actuar gubernamental?, ¿cuándo son elegidos siempre los mismos?, ¿cuándo se tiene que ceder a los deseos de unos cuantos? La sociedad no hace nada.

Los mexicanos y en particular los coahuilenses somos apáticos, sólo nos unimos cuando nos llueve, hace frío o nos llega cualquier desastre natural. La especialidad de nosotros es decir, “mientras a mí no me afecte me vale madre”, “que si le roban al vecino, pos allá él”, “que mi compadre es miembro de un cártel, pues es su trabajo”, “que si el transporte público es malo, pues así es, ya que”.

Amigos, ya no griten en las reuniones, comidas, cenas o lo que sea, los coahuilenses somos “re buenos” para el chisme, para criticar por mensajitos o por la redes sociales, pero a la hora de actuar, nos gana la indiferencia.

Arriba los coahuilenses y mexicanos apáticos, sigamos dejando en mano de unos cuantos el destino del país y de Coahuila, no nos quejemos de los políticos o los servidores públicos, son los que nos merecemos.

Twitter @elmemoflores

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