Han pasado casi cuatro años desde el delito, y Erika Martínez aun sigue buscando justicia
Foto tomada de Internet
En el año del 2017, la hija de Erika Martínez de entonces 7 años de edad, fue abusada sexualmente por un hombre. Han pasado casi cuatro años desde el delito, y las autoridades no han podido emitir una orden de aprehensión.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pretende que Erika sea castigada penalmente por la protesta, que ella y otras mujeres, llevan a cabo en la propiedad del organismo, ubicado en República de Cuba número 60, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Desde el 4 de septiembre del 2020, Erika
“Si el agresor de mi hija hoy estuviera en la cárcel yo no hubiera tenido que salir a la calle para exigir y protestar” Erika Martínez
La denuncia penal contra Erika fue presentada ante la Fiscalía General de la República (FGR) el 8 de septiembre de 2020, y firmada por Luciana Montaño, apoderada legal de la Comisión, es decir, sólo cuatro días después del inicio de la protesta, pese a que en un comunicado fechado el 10 del mismo mes, Rosario Piedra, se había comprometido a no llevar a cabo ningún tipo de represalia.
El Ministerio Público Federal, requirió a Erika en calidad de imputada por los delitos de despojo y daños. Ella comenta que tiene miedo de ser llevada a prisión y que su hija, de ahora 10 años de edad se quede en la indefensión, después de haber sido agredida sexualmente y que el delito continúe en la impunidad.
“Qué va a pasar el día que a mí me encarcelen y que mi hija pequeña se sienta culpable por su abuso. Imagínate la situación psicológica y que mi pequeña diga: “mi mamá por estar luchando por tener justicia ahora está en la cárcel”, y esa es la peor impotencia de una como madre” Erika Martínez
Desde 2018, un año después del abuso sexual, Erika se ha volcado a las calles para pedir cárcel para el hombre que le arrebató la infancia a su hija, quien hasta la fecha tiene afectaciones psicológicas que no ha podido superar
Carlos Olvera, asesor jurídico, dijo que Erika podría ser acreedora a una pena de prisión, por los delitos que le han imputado: despojo y daños. Consideró que lo que está haciendo la Comisión es revictimizante y paradójicamente violatorio de los derechos humanos.
Es preocupante porque la CNDH, uno entendería que el papel que tiene es de promotora, defensora y difusora de derechos humanos y aquí en esta carpeta la CNDH se ostenta como una víctima; como víctima de las víctimas Carlos Olvera
Con información de Milenio
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