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Policía saltillense, ejemplo para muchos

Hay acciones, personas, momentos que no deben pasar desapercibidos. Y que pueden reanimar el ánimo y la fe de cualquiera.

Por el centro de Saltillo pasea Arturo sobre su patineta, con sus ropas y zapatos gastados por el tiempo y el andar. Una persona con capacidades diferentes y quien además fue de los primeros en recibir su navidad, pero no por un personaje fantástico o mágico, sino por una Oficial de la Policía Municipal.

El elemento, María Esther Ledezma de la Rosa, fue quien se atravesó en el camino del joven, en el cruce de Victoria y Acuña, para cambiar sus zapatos gastados por unos nuevos, además de obsequiarle una rica comida.

Foto: Zócalo Saltillo

“Estaba aquí en mi punto dando vialidad, porque hay mucho tráfico, pasa la persona en patineta, como estaba en ese punto le marqué el alto para ayudarle a pasar y le vi sus zapatos rotos, traía las uñas de fuera, le dije que me dejara ayudarlo, quería comprarle unos aquí en la zapatería De Marcos, pero no se dejó, yo se los quería dar un poquito más bonitos”. – María Esther Ledezma de la Rosa, elemento de la Policía Municipal.

En primera instancia Arturo no aceptó el ofrecimiento de la Oficial, y siguió su camino, sin embargo, después de varios intención por fin aceptó la intención por ayudarlo de María Esther.

“Difícilmente lo convencí, por ahí está otra B-Hermanos. Dijo ‘no, no voy a entrar, ando muy sucio, huelo feo’. No lo pude hacer que bajara de la patineta”.

Así, otras personas cuidaron del joven para evitar que se alejara, mientras María Esther, madre de tres hijos, de 20, 18 y 13 años, hablaba con el personal para que lo atendieran afuera.

“Le pregunto a él su número, de qué color, qué marca, pero él dice ‘no, no me vayas a comprar unos toscos, gruesos, quiero unos delgaditos, bajitos, porque me duelen mis pies, a veces me salen ampollas’. Le sacamos varios modelos, varios colores, ninguno le gustó, de marca y todo y no, le sacamos unos muy suavecitos al final, de suela delgadita como él decía”. – María Esther Ledezma de la Rosa, elemento de la Policía Municipal.

Al pagar, se dio cuenta de que estaban al dos por uno, por lo que le dijo a Arturo que le daría los de color negro.

“Dice ‘sí, pero deme también los otros porque mi mamá no tiene zapatos, y pues se los di”. – María Esther Ledezma de la Rosa, elemento de la Policía Municipal.

Antes de comprar los zapatos, el joven le decía que no los quería, que mejor le comprara comida porque su madre estaba sin comer.

“Le dije, ‘te vamos a comprar los zapatos y aparte te voy a llevar al pollo a comprar’. Se llevó su pollo, un abrazo porque también pedía abrazos”. – María Esther Ledezma de la Rosa, elemento de la Policía Municipal.

María Esther, quien acaba de graduarse como sicóloga social y se prepara para estudiar la maestría, lleva cuatro años dentro de la Policía Municipal, expresó sentirse satisfecha por lo realizado.

“A mí me nace, desde toda mi vida me gusta apoyar a las personas que lo necesitan sin recibir nada a cambio. Hay una frase muy específica de mi vida, que es: No doy porque tenga mucho, doy porque sé lo que es no tener nada. De parte del trabajo digo: Estoy para servir, no para servirme del ciudadano… eso es lo que me nace, esto viene desde el fondo del corazón”. – María Esther Ledezma de la Rosa, elemento de la Policía Municipal.

La oficial de Tránsito señaló que hace falta más empatía, más humanismo y más sensibilidad para ver y reconocer la necesidad de los más desprotegidos.

INFORMACIÓN: Zócalo Saltillo

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