Foto: Internet
Creo sinceramente que todo este show de la “multa” a Samuel García por el apoyo de su esposa Mariana, quedará en como ya lo dije, un simple show mal escrito por el INE, otra vez.
Fue el 24 de septiembre de 2019 bajo el número de registro 2041528, cuando Mariana Rodríguez recibía la concesión de su nombre como marca registrada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual. Para el 28 de marzo del 2020, en la Catedral Metropolitana de Nuevo León, Mariana contraía matrimonio con Samuel García quien a partir del 3 de octubre sería el próximo gobernador de Nuevo León.
Durante toda su relación con el hoy gobernador electo, las redes sociales se han convertido en cultivo permanente de temas virales sobre la relación. Desde el memorable “estás enseñando mucha pierna” hasta el “fosfo, fosfo”, la participación e importancia de Mariana Rodríguez para que Samuel haya logrado la gubernatura de Nuevo León no queda a dudas. Asegurar que Samuel no hubiera logrado el triunfo sin Mariana, es una certeza.
El día de ayer, se dio a conocer que la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral propondrá al Consejo General del Instituto, que se multe a Samuel García con 55 millones de pesos por utilizar y no reportar dentro de sus gastos de publicidad en la campaña para gobernador; 45 fotografías y 1,300 historias fijadas que la unidad de fiscalización valuó en $27,800,000.
A mediados de mayo de este año, el partido MORENA había presentado una queja ante el INE dado que Mariana Rodríguez era una marca registrada en México, y decía que al ser también una persona moral con actividad empresarial, las aportaciones de publicidad en especie de Mariana para con su esposo deberían considerarse como ilegales.
En diversas ocasiones Mariana ha mencionado:
“Yo no soy ninguna cosa, a mi nadie me va a poner un precio. Soy un ser humano que trabaja, que ha salido por si misma, que piensa, que tiene sentimientos y que piensa por sí mismo”
Sobre poner precio a las menciones, comentarios y fotografías, para ser justos, era en la misma página oficial de Mariana y a través de su coordinación de ventas que te marcan los costos por post, foto, visita, sesión de fotos y de mas de Mariana. Se puede afirmar que no fue el INE, ni un partido político el que puso costo a sus comentarios o fotografías, fue ella misma.
Pero más allá de esto, la duda que surge es dónde termina el papel de Mariana como influencer y dónde empieza el de esposa. ¿Debiera tener Mariana dos cuentas, dos personalidades, dos espacios, es divisible lo que parece imposible? ¿Es incorrecto que Mariana apoye a su esposo? ¿Sería incorrecto que Samuel apoyara a Mariana? ¿Decidir registrar su nombre como una marca registrada, implica que no pueda apoyar a su esposo? La duda seguirá y la necesidad de reglamentar la participación de influencers en la política es importante.
Lo único concreto de esto, es la confirmación de la importancia de Mariana Rodríguez para la gubernatura de su esposo Samuel, en pesos constantes y sonantes mas o menos equivaldría a 28 millones de pesos según el INE.
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