El nombre de Coahuila está de moda, y por desgracia no para bien
Nulas nociones tengo en mi vida del haber escuchado tantas veces y durante tanto tiempo el nombre de Coahuila encabezando las primeras notas de todos los medios informativos nacionales. El nombre de Coahuila está de moda, y por desgracia no para bien.
Por los extraños movimientos del “buen” Javier Villarreal, en su tiempo como alto funcionario del Gobierno de Coahuila, la etapa del profesor Humberto Moreira al frente del PRI nacional parece tener sus días contados.
La carrera política y sobre todo como servidor público de Villarreal, es la envidia de muchos políticos que durante largo tiempo han tratado de labrarse un prestigio con esfuerzo y mucho trabajo.
Para muchos la decepción fue cruenta, al ver cómo este imberbe tamaulipeco, bien acogido por muchas personas en Coahuila, escaló estrepitosamente de ser un simple mortal hasta lograr colocarse como el mandamás de los dineros en nuestro estado. Menos de 13 años le bastaron.
Para los pocos que conocen la historia de Javier Villarreal en Coahuila, sorprendente es buena palabra para describirla. Javier llega a Coahuila después de infinidad de leyendas urbanas surgidas en su natal Tamaulipas, las cuales como no estoy seguro no comentaré.
Su llegada a Coahuila es cobijada por la buena voluntad del Lic. Enrique Martínez y Morales, que no sólo le abrió la puerta de una oportunidad laboral, sino que hasta una buena amistad se empezó a consolidar. Javier Villarreal se integro a la nomina del DIF estatal.
A raíz de lo anterior, Villarreal se fue consolidando como un excelente administrador de las finanzas, pero principalmente en lo referente a la auditoria de las mismas. Por eso, fue llamado a integrarse a la antes llamada Contraloría del Estado, donde se convirtió en persona de todas las confianzas de la ex contralora, Inés Garza Orta.
A la par de esto, Villarreal fue consolidando un negocio de asesorías en calidad y administración pública. Es aquí donde el distanciamiento de Enrique Martínez y Morales y su grupo de amigos, con Javier Villarreal se hizo patente, dicen los mal enterados, que por algunas argucias de Villarreal.
Regresando a la contraloría, Villarreal fiel a su costumbre, fue subiendo como “la espuma”. En una de sus máximas encomiendas fue designado para encabezar la auditoria que se le realizaría a la Secretaria de Educación Pública, en ese entonces encabezada por Humberto Moreira.
Es aquí, donde Villarreal conoce al profesor y se gana su amistad. Es desde entonces que Javier se une al equipo de trabajo del profesor, acompañándolo durante la aventura electoral donde el profesor logra ganar la gubernatura de Coahuila.
Ya con el triunfo en la mano, Villarreal se integra al equipo de transición de la nueva administración para posteriormente ocupar la Subsecretaria de Programación y Presupuesto.
Desde esta subsecretaria y gracias a sus propuestas de programas innovadores, Villarreal sigue en ascenso, apropiándose de mayor confianza del entonces gobernador. Para muchos esta subsecretaria se convirtió en la supersubsecretaria, porque desde ahí se decidían las cuestiones más importantes del Gobierno del Estado.
Pronto fue nombrado Secretario de finanzas, para en corto plazo, consolidar su proyecto de crear el SATEC, y conjurar su nombramiento por 12 años al frente de este organismo, 12 años que en menos de dos quedaron.
Las leyendas urbanas en torno a Villarreal son muchas, desde que si tenía un piso completo para él solo en las oficinas del SATEC así como todo un piso completo de estacionamiento para el mismo. Hasta que en su otra oficina, en las bodegas del SATEC, contaba con una cancha de basquetbol para practicar su deporte preferido.
Villarreal siempre ha sido una persona distante, técnica más que política, le disgustaban las entrevistas y los lucimientos personales, siempre ha sido la persona de abajo, que no le gusta que lo vean y que menos lo cuestionen.
Sobre el fuerte enriquecimiento de Villarreal, era un secreto a voces, mucho se habló de la compra de grandes extensiones de terrenos, gasolineras y lavados, no sólo en el extranjero como se ha difundido en diferentes medios, sino también en Saltillo.
Dicen, que Villarreal a través de prestanombres se apropió de terrenos que cuentan con gran plusvalía en Saltillo, negocios y terrenos que adquirió que se veía imposible que sus dueños vendieran algún día, ¿cuánto habrán ofrecido?
El asunto de la deuda de Coahuila, es un caso muy enredado y complejo.
Primer punto. Estoy convencido de que el endeudarse no es malo, siempre y cuando se utilice para potencializar el crecimiento y desarrollo económico de un país o un Estado. Todo préstamo como debe ser en las finanzas gubernamentales, tiene que ser auditado y aprobado.
La deuda Pública de Coahuila no debe sobrepasar el 20% del PIB estatal, mientas la nacional representa el 35% del PIB nacional. La deuda de Coahuila pasó de 300 millones a 30 mil millones, la nacional de 3 billones a 5 billones, esto en los últimos 6 años.
Exhorto a que se audite la deuda y que si hubo malos manejos se castigue a los responsables. Pero no sólo en Coahuila sino también a nivel nacional.
Segundo punto. Javier se supo ganar la confianza total del profesor Moreira y estoy seguro que mucho de los movimientos que hizo Villarreal fueron a espalda de éste. No quiero excusar al profesor sobre los problemas que lo acosan actualmente sobre el asunto de la deuda Coahuila, porque uno siempre es responsable sobre la gente que contrata, pero estoy seguro que Villarreal no le fue tan honesto al profesor.
Veremos y diremos qué pasará con este asunto.
Creo que es un paso de muchos para dignificar la política coahuilense. Coahuila debe transitar rumbo a un poder más equitativo, donde la Cámara de Diputados sea un verdadero contrapeso a las decisiones gubernamentales. Por su parte las cámaras empresariales y de comercio deben aumentar su participación social y no estar ausentes como si en nuestro estado no pasara nada.
En Coahuila no existe otro partido más que el PRI y aunque coincido en mucho con lo que este partido propone, creo que de verdad es preocupante la caída estrepitosa que han sufrido los demás partidos políticos en el estado.
Creo que si estos últimos factores estuvieran bien representados en el estado, Coahuila no estuviera encabezando las noticias nacionales.
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