Fritz Haarmann bautizado como el Vampiro de Hannover, confesó haber matado de 50 a 70 personas jóvenes desgarrando su cuello a mordiscos.
Originario de la ciudad de Hannover, en Alemania, Fritz fue un niño callado y tímido, mal estudiante e integrante de la Academia Militar de Neu Breisach ante la insistencia de sus padres, pero al poco tiempo fue dado de baja debido a una serie de ataques que tenía.
Fue arrestado por primera vez al trabajar en una fábrica de cigarros, acusado de abusar de niños, suceso que lo llevó a una institución mental por no ser capaz de vivir en sociedad. Seis meses más tarde logró escapar y consiguió nuevamente trabajo pero fue acusado por robo.
Fritz, vivió como estafador y ladrón. Su vida siempre se vio envuelta en delitos constantes y agresiones sexuales y frecuentó más de una vez cárceles y sanatorios de Alemania, aunque terminaba pagando penas cortas.
Su primera víctima.
Un chico de 17 años fue la primera víctima de Fritz. La familia y los amigos del joven acusaron a Fritz de estar con él, y tenían razón, cuando la policía llegó a la casa de este asesino en serie, encontraron a un niño desnudo con él. Fritz fue preso nueve meses por abuso sexual.
En 1919, Fritz conoció a Hans Grans, un fugitivo que se convertiría en su amante y pronto sus crímenes aumentaron.
La mayoría de sus víctimas eran jóvenes fugitivos que se prostituían. Fritz tenía una placa de policía, por ser un informante, y la usaba para atraer a los jóvenes a su apartamento, donde eran sodomizados los asesinaba cortándoles la arteria carótida o la tráquea con mordidas en la garganta, además desmembraba los cuerpos y arrojaba los huesos en el río Leine.
Vendía la carne de las víctimas
También vendía la carne de las víctimas, decía a los compradores que se trataba de carne de cerdo o caballo. Fritz Haarmann por esa época era conocido como un carnicero que en ocasiones también comerciaba con ropa.
Fritz fue acusado por la policía después de que se descubrieron 500 huesos humanos en el río Leine, puesto que él ya tenía un historial de abuso, fue la primera opción de la policía, los médicos forenses aseguraron que los mismos serían de chicos de entre 18 y 20 años.
Finalmente confesó haber matado de 50 a 70 personas jóvenes, a pesar de que la policía tenía evidencia de sólo 22 víctimas.
Lo más impactante fue que Haarmann dirigió su propia defensa, con un lenguaje sarcástico lleno de ironía y astucia, y se convirtió en un caso totalmente mediático que fue cubierto por los principales diarios a nivel mundial.
El Vampiro de Hannover fue decapitado por orden del juez, y su última voluntad fue que en su lápida se escribiera “aquí yace el exterminador”.
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