Este sábado en la ciudad de Joahannesburgo, Sudáfrica, las autoridades locales tuvieron que hacer uso de balas de goma para dispersar entre 200 y 300 personas, hombres, mujeres y niños, que se golpeaban entre sí frente a un supermercado, sin respetar las consignas de distancia para frenar el coronavirus.
A bordo de varios vehículos, los policías abrieron fuego con balas de goma para dispersar a la multitud, que llevaba horas esperando a las afueras del establecimiento, para organizar una nueva fila, haciendo esta vez respetar una distancia.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ordenó el confinamiento total de su país por tres semanas, a partir de la media noche del 26 de marzo, en un intento de frenar la progresión de la Covid-19. Desde el viernes, la población solo puede salir de casa para comprar alimentos.
Sin embargo, la orden resulta difícil de cumplir en los barrios más empobrecidos del país, cuyos vecinos siguen yendo de forma masiva a las tiendas.
El sábado se formaron unas enormes filas delante de los supermercados de varias townships de Johannesburgo, violando las reglas más elementales de precaución sanitaria.
Las autoridades anunciaron sanciones de hasta seis meses de prisión, para quien incumpla las normas.
Bheki Cele,ministro de Policía, indicó que sus servicios efectuaron este sábado 255 arrestos en todo el país.
Cifras de Ministerio de Salud de Sudáfrica, registraron mil 187 casos de coronavirus, y un fallecido.
Sudáfrica es el país más afectado del continente por la pandemia de COVID-19.
INFORMACIÓN: – La Jornada –
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