FACULTAD DE JURISPRUDENCIA DE LA UA DE C

Pocas Facultades de la Universidad Autónoma de Coahuila, tienen una historia tan rica y prestigiada como la Facultad de Jurisprudencia. De sus aulas han egresado grandes juristas, afamados políticos y destacados abogados.

El ser miembro de esta Facultad, ya sea como alumno o profesor, es adjetivo de prestigio y conocimiento. No cualquier persona puede ingresar a sus aulas y mucho menos impartir cátedras en ellas.

Grandes amigos me ha dado esta facultad: personas cultas, estudiosas, enfáticas, pero sobre todos diferentes, esa diferencia que les da el estudiar o ser egresado de tan magna casa de estudios.

Hoy la Facultad, ve opacada su grandeza por dos grupos de profesores y alumnos que pelean por el manejo de la misma. Pelean por ocupar la silla del director, La Secretaría Académica y Administrativa, se arrebatan las posiciones en el Consejo Directivo y Universitario y las elecciones de sociedad de alumnos parecerían elecciones presidenciales. Muchos estudiantes actuales y amigos egresados me han comentado, “si quieres saber de grilla ve a nuestra facultad”.

Poco a poco se arraiga más dentro de la Facultad, la figura de las “líneas”. Cuando una persona conoce a otra, antes de preguntarle su nombre, edad o signo zodiacal, le pregunta a que “línea” perteneces, y en caso de que pertenezca a la línea contraria, la posible amistad queda en el olvido.

Las “líneas” de la Facultad representan a dos grupos, los que apoyan a la administración actual y la otra que representa al ex director y un grupo de compañeros aferrados a recuperar el control de la escuela.

Los alumnos de la Facultad han sido envueltos por los engaños y promesas de muchos profesores, ex profesores y ex alumnos, que les aseguran, trabajo y crecimiento laboral fuera de la Facultad. A cambio de esto los alumnos se convierten en la infantería de guerra de ambos “líneas”.

¿Qué acaso los alumnos no se dan cuenta de que los están utilizando y se están aprovechando de ellos?

Otro tema, Algunas prácticas electorales dentro de la Facultad son:

Cuando existen elecciones de sociedad de alumnos, consejero directivo y universitario y algunas otras más, los candidatos a los diferentes puestos, tienen que llegar a acuerdos económicos con los representantes de los alumnos del último año. Es decir, los estudiantes de quinto año a cambio de recibir una cantidad de dinero, con la finalidad de financiar los gastos de su graduación, deciden el apoyo o no a cierto candidato, todo en base la cantidad de dinero ofrecido.

La cantidad de alcohol, fiestas y recursos que se despilfarran en los procesos electorales de esta Facultad, es impresionante. Y lo más interesante es que nadie hace nada para pararlo.

Los alumnos se dejan llevar por las promesas inocuas y por las ganas de pelear de otras personas, no entienden que mientras ellos se desgastan y riñen con sus compañeros, sus supuestos líderes e iniciadores de las “líneas” siguen con sus vidas normales.

La pregunta es: ¿El estar con una línea o la otra, los hace más inteligentes, les asegura un mejor porvenir, les genera mayor conocimiento, ayuda a que la Facultad sea mejor? La respuesta es no.

Hoy en día la Facultad de Jurisprudencia de la UA de C, es dirigida por una destacado abogado, académico por naturaleza y gustoso de la docencia, podrá no ser el más hábil político, pero para que serlo si para ser director no se debería necesitarlo. Sinceramente creo que pocos como él llenan tan bien el puesto de Directo de esta Facultad, el Lic. Valeriano Valdés Cabello.

En lo personal urgiría a que tantos alumnos, profesores de una línea o de otra, dejaran de lado sus intereses personales y se preocupan por el desarrollo presente y futuro de la Facultad. Olvídense de las diferencias y busquen coincidencias, reconozcan errores y fortalezcan los cimientos de esta Facultad que tanto ha dado al país.

Del lado del Director es hora de revisar sus objetivos, la eficiencia de su equipo de trabajo y sobre todo la urgente necesidad de acercarse más con los alumnos y profesores.

Adelante Facultad de Jurisprudencia, sólo la unidad y conciencia de todos podrá salvaguardarla.