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Foto del escritorGuillermo Flores

LA FAMILIA MOREIRA

Es sabido que la familia es la célula principal de la sociedad. La familia es el principal polo de desarrollo donde se tatúan los valores, se cede la experiencia y se prepara a los hijos para enfrentar la dura carrera de la vida.

La figura de la familia al igual que la de la sociedad, con el pasar del tiempo se ha resquebrajado y sus principales atributos parecieran estar en proceso de extinción. Cada día los padres se alejan más de los hijos, los hermanos se convierten en conocidos y la televisión así como el Internet son los únicos confidentes de las aventuras, problemas y éxitos de la familia.

En los últimos años se ha dado en México una cruzada en contra de la familia Moreira: que si un hermano le deja la Gubernatura a otro, que si otro está en el SNTE y que si algunos más se desarrollan en otras instancias de Gobierno. Lo anterior podría ser verdad o mentira, pero yo siempre he sido fiel impulsor del precepto ¿desde cuándo ser hermano te quita derechos y expectativas?

Sinceramente creo que este tema es el menos importante en el contexto social que se vive actualmente. De forma contraria a la opinión general y en ningún caso pretendiendo ser un columnista vendido, creo que si algo hay que aprenderle a la familia Moreira, es la infranqueable unidad que postulan.

Muchos conocidos de la familia son testigos de que los Moreira, sin importar el problema, dificultad o reto, siempre se mantuvieron unidos como uno solo, se apoyaron sin discusión y se impulsaron con decisión. A pesar de presentarse desencuentros familiares tuvieron los valores y conciencia necesarios de sobreponer la unidad familiar sobre cualquier cosa.

La sociedad está perdida ante la inseguridad, pobreza, marginación y el desempleo. Infinidad de familias se encuentran acabadas por los problemas económicos, pero principalmente por la falta de unidad entre los miembros de las mismas.

Los padres ya no platican con los hijos. Los casinos, loterías y juegos de azar ocupan un lugar preponderante en la agenda de las madres de familia. Ante la modernidad de los tiempos, son pocos los padres de familia que tienen la confianza de hablar de drogas, sexo y alcohol con sus hijos.

La familia debe volver a ser el eje central de la conformación de una sociedad sana y unida. Sin familias sanas, no ha sociedad y mucho menos países.

Hoy en día es mucho pedir que en las casas se enseñen los valores y los principios, yo me conformaría con que en las casas, los padres e hijos se escucharan, se platicaran y llegaran al caso hoy utópico de que se conocieran.

Estoy seguro de que ante familias más unidas; la corrupción, inseguridad y problemas económicos disminuirían significativamente.

Yo les pregunto a esos hombres y mujeres que se empeñan en criticar a la familia Moreira, si al voltear a ver la foto de su familia muestra la mitad de la cocción de los Moreira. ¿Conoces a tus hijos?, ¿sabes que la edad promedio para perder la virginidad en México son los 15 años?, ¿ya platicaste con tu hija? Siete de cada 10 jóvenes han probado alguna droga en su vida ¿tu hijo no? ¿Qué quiere estudiar tu hijo?, ¿ya compartieron opiniones?

La sociedad se despedaza ante la antipatía de todos nosotros. Es hora de rescatar el valor de la unidad y el respeto familiar. No vengamos exigir cambios sociales y de conciencia cuando tú, de tu hijos, muchas veces no sabes ni donde andan.

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