Campamento improvisado a las afueras de la Casa del Migrante. Fotografía: Héctor García / Vanguardia
La Casa del Migrante permanecerá cerrada durante 28 días, esto luego de que se informara un nuevo brote de coronavirus a su interior, y como medida para evitar una alza de contagios.
Tras el cierre de las instalaciones de la Casa del Migrante, el pasado 21 de diciembre, un aproximado de 100 migrantes montaron un campamento improvisado a las afueras de las instalaciones del albergue, en la colonia Landín.
De acuerdo con el periódico local Vanguardia, el cual se dio a la tarea de visitar el campamento, se pueden observar cobijas atadas con piedras forman una cordillera de “tiendas de campaña” donde duermen hacinados decenas de migrantes, que también improvisan camas con colchas.
Y quienes están a la espera de ser reubicados en algún refugio donde puedan resguardarse de las bajas temperaturas que se han registrado en la Región Sureste.
Sin embargo, por protocolos de prevención del coronavirus, los albergues de Saltillo no pueden acoger a más de dos personas extranjeras sin documentos que acrediten su estancia legal en el país, como medida de protección para el resto de sus huéspedes, al carecer los primeros de un control sanitario.
“Pedimos un techo, no más, no somos indigentes, somos migrantes, podemos trabajar pero no hay forma, no hay quien nos dé oportunidad”, expresó Elías Hernández, quien dijo ser hondureño y tener 26 años.
Las normas sanitarias establecen que los albergues de la región solo pueden recibir a dos personas extranjeras sin papeles de estancia legal, situación ante la cual la Casa del Migrante de Saltillo urgió a desarrollar una intervención de emergencia para lograr proteger a este grupo vulnerable
No obstante, aunque hubiera oportunidad de dar cabida a más, migrantes entrevistados por Vanguardia, comentaron que se negarían a hacer uso de ellos debido al miedo a ser devueltos a sus países de origen.
“Mil veces aquí que en otro lado, a las orillas del tren te asaltan los malos, de las calles te corren los policías y aquí, de perdido, estamos juntos, vigilados de algún modo o cerca de quienes podríab defendernos”, expresaron.
Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, hizo un llamado al Gobierno de Coahuila para solventar la situación.
“Podemos mantener a las personas en la vía pública, pero esto se puede convertir en un problema de salud en medio de una crisis por la COVID-19”, expuso, al ser consultado por este medio.
Como solución, propuso habilitar un espacio especial, tal como se hizo durante la llegada de la caravana de migrantes de principios de 2019.
Los migrantes han recibido apoyo de saltillenses de las calles aledañas a la Casa del Migrante, así como de otros sectores, han acudido a la calle donde permanecen para entregarles cobijas, alimentos, agua potable y otros productos.
“Eso sí, se han portado de lujo, nos ofrecen pan, café, un taquito o comida, nos hicieron pasar una Navidad cálida con su trato, aunque nos estuviéramos muriendo de frío”, comentaron desde las “tiendas de campaña”.
INFORMACIÓN: Vanguardia
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